lunes, 24 de diciembre de 2007

Esta noche estaba aburrida hasta que....

En julio, escribí un post sobre los correos que había comenzado a recibir desde Match "el portal número 1 para conseguir pareja" , lo cual me sorprendió bastante pero, como decía allí, prefería recibir eso a los miles de spams para alargar penes y otras cosas que se ofrecen en la red.

Esta nueva entrada no es para comunicar ningún romance con alguien de allí (lamento defraudar) entre otras razones porque desde esa primera vez que lo recibí nunca más lo abrí y simplemente me dedicaba a borrarlos sin ni siquiera ver el "catálogo". Eso hasta hoy, cuando terminé de chatear con mi amiguito argentino y le dije que me iba a dormir. Esa era la intención, pero la coca light que me tomé mientras conversaba me impidió "pegar un ojo", así que volví a la compu y en mi casilla encontré el nuevo boletín de "Match" y lo abrí, y no solo eso sino que ingresé directamente al sitio y empezar a buscar, tal como uno busca libros o discos ...solo que son hombres y mujeres que ansían una pareja, un amor y entonces me dieron ganas de escribirles pero para eso hay que pagar (tendrás tu pareja pero deberás garpar) así que no escribí nada y por eso me saco las ganas acá.
En realidad, no me interesaba acercarme a nadie para iniciar un vínculo amoroso sino para pedir a algunos de los muchachos "en oferta" que por favor cambien la foto, o que por favor tengan en cuenta las faltas de ortografía o que cambien el nick...en fin, aportarles algunas ideas en su camino hacia el amor.
Es que cuando encontrás una foto como esta, dan ganas de decirle al señor que abandone la expresión de asesino en serie, porque aunque su perfil diga que es "alegre, divertido y romántico" mmmmm, ¡cómo cuesta creerle!
Espero que entiendan, no hago para nada alusión a la belleza del rostro, sino a la actitud ¡cambia esa cara, mandame una sonrisita, metele onda... no cuelgues esta foto carné!








































viernes, 23 de noviembre de 2007

Nothing Else Matters

Porque hubo un tiempo que él decía "nothing else matters" y el sonido de Metallica invadía la casa.
Porque hubo un tiempo que el telefóno sonaba de madrugada y yo sabía que era mi amigo/hermano el que llamaba.
Porque hubo un tiempo que la gente nos miraba "raro", contando los tatuajes de sus brazos y sin entender la dupla que formábamos.
Porque hubo un tiempo en que pasábamos los domingos en la cama y él cocinaba para mí.
Porque hubo un tiempo en que la muerte estaba muy lejos.


domingo, 23 de septiembre de 2007

De película

A veces tengo ganas de hacer "cosas de película"...esas acciones que nunca harías en la vida real pero que en las pelis son escenas buenísimas.
Ayer, por ejemplo, me dieron ganas de mandarme una escena de Sex and the City (ya sé que es una serie pero vale el ejemplo porque me acabo de enterar que empezó el rodaje para cine). El punto es que ayer de tarde iba caminando por el centro intentando comprarme "algo"....ropa, discos, un libro, no sé, "algo" para canalizar un repentino impulso consumista, cuando entre toda la gente que caminaba desesperada por empezar cuanto antes su fin de semana, encontré un hombre que me llamó la atención.
Caminaba en sentido opuesto al mío, con los auriculares puestos-como yo-y las miradas, no sé por qué, se encontraron.
Nos miramos y seguimos avanzando, seguimos avanzando y nos seguimos mirando. Fueron cinco, tal vez seis los pasos que bastaron para que pasaramos uno al lado del otro...siempre con la mirada fija.
Cuando quedamos, por un segundo, uno al lado del otro, siempre con los ojos clavados, dijo algo que, por supuesto, con Janis Joplin cantando desgarradamente en mis oídos, no escuché.
Entonces me dieron ganas de darme vuelta, caminar hasta él, agarrarlo de la solapa de su campera, darle un "buen beso" y luego, sí, seguir con mi paseo.
...hubiese sido una interesante escena ¿o no?


La foto es de tesis-antítesis.wordpress.com

jueves, 9 de agosto de 2007

ESPACIO CONTRATADO


¿Eres un hombre europeo o norteamericano? o ¿Eres una chica latina y estás buscando el amor de tu vida? ¿Las mujeres y hombres de tu comunidad no te atraen? ¡No te lamentes más!
Con la magia de internet conseguirás el amor que tanto buscas. ¡ Es fácil! Cientos de hombres y mujeres ya lo han probado.
Puedes ingresar en la página de Sobt y si eres hombre te explicaran que "las Latinas son novias maravillosas" y que la empresa ofrece "viajes romance a través de América latina para conocer personalmente a las mujeres latina" . Podras leer los testimonios de maravillados hombres que encontraron el amor de su vida en Perú, México y Colombia y volvieron a sus países ¡ya casados!
También te invitamos a ingresar en Amorsi e inscribirte. Si eres hombre ten en cuenta que "Ella está esperando por ti. No esperes más por cosas que no pasarán en tu propio país. Es una cuestión de actuar. Solo comienza a escribirle, ¡hazla feliz y tú también se feliz!
Las mujeres en Latinoamérica son naturalmente muy amables, amistosas, muy dulces, fieles, exóticas, sexy, increíblemente hermosas, siempre contentas, apasionadas, sensuales y tienen personalidades muy cálidas. Muchas de estas chicas latinas vienen de situaciones económicas poco favorables por lo que son menos exigentes que muchas de las mujeres occidentales" . Si eres mujer deber saber que en esta página te aseguran que todos los muchachos son sinceros y profesionales, que pueden ofrecerte un buen futuro, quienes desean formar una familia feliz y compartir sus vidas junto a su media naranja
¡Y que no te preocupe la distancia, el idioma ni las visas! Todos los servicios cuentan con servicio de traducción y asesoramiento legal para vivir con nueva pareja en Europa o Estados Unidos.

Las páginas aqui mencionadas son algunos ejemplos si introduces "novia latina" o términos similares en Google te apareceran ¡muchos sitios!

viernes, 20 de julio de 2007

Ya está acá

En determinado momento de nuestras vidas hombres y mujeres comenzamos a percibir ciertas señales que nos evidencian lo que ya sospechamos: que la humanidad nos considera adultos.
Con más o menos sutileza los signos nos acechan, están ahí siempre pendientes y prestos a pegarnos con su látigo. A veces se presentan en forma de “yanopuedo” y otras en “ahorasípuedo”, dos clasificaciones que contemplan experiencias generales ¿quién no tiene algún ítem para incluir en estos listados?
Pero, además, cada uno tiene una serie de señales de vejez que considera personales. Yo, por ejemplo, hace un tiempo que reconozco tres señales claras. La primera fue cuando se me ocurrió reunir a mis compañeros de escuela primaria. Por suerte soy bastante vaga como para andar organizando encuentros de este tipo así que la idea quedó únicamente en eso. Pero que la cuestión no se haya materializado no significa que el fantasma de la edad no hubiese estado presente....sí estaba, desde el momento en que pensé que juntarme con 30 personas que no veo desde los 12 años y que en la mayoría de los casos no me acuerdo ni de los nombres ni de las caras podía ser divertido.
La segunda señal es cuando el “señora” comienza a ser más frecuente que los otros términos existente en el idioma español para nombrar a una persona de género femenino. Y acá la cuestión se complica cuando quienes lo utilizan son tus pares, porque que lo diga un niño de 10 años no es graaannnn problema; para ellos cualquiera que tenga más de 20 es “señor o señora” pero que la madre-de-ese-nene-que-seguramente-tiene-más-años-que-yo-le-diga-al-nene-“nene-pedile-discupas-a-la-señora-...es fuerte. ¿Cuándo y dónde perdí mi derecho a ser llamada chica, joven, mujer, adulta- joven, guacha, pendeja, botija, minita?
Y por último (por ahora) aparece el síndrome del enseñame.Esto es cuando los menores de 24 años intentan “levantarme” y yo me río y les digo que son “chiquitos e inexperientes” sólo para histeriquear un rato y ahí ellos se ríen y en plan de seductores lanzan el “enseñame”... entonces yo vuelvo a reír pero me doy cuenta que lo dicen en serio y que acabo de recibir , así, en forma de pendejito baboso, otra señal de mi vejez

martes, 10 de julio de 2007

Mejor no digo nada

Hace días que estoy por escribir acerca de la “Mutaa”; iba a contar que es una forma de casamiento utilizada por los musulmanes chiíes. Iba a decir que la característica peculiar de este casorio es que tiene una fecha límite. Iba a escribir, además, que eso de la “fecha de vencimiento” a nosotros, los no musulmanes, nos parece llamativo y bastante tentador. Iba a contar que el marido paga una determinada suma a la mujer por el tiempo que dura la unión; iba a decir que me parece que tienen razón los que piensan que es una prostitución encubierta. Iba a contar, también, que no es una cosa nueva y que la tradición tiene 1400 años. También pensaba escribir que muchas veces hasta los suníes (feroces opositores al chiísmo) lo utilizan para tirarse una “canita” al aire legal.
Iba a contar todo eso pero mejor no cuento nada porque hace unos días el comando hacker árabe saudí hackeó una de mis webs preferidas.
.....Y si son tan malos como para meterse con una página de tejidos capaz que se meten conmigo!!

domingo, 1 de julio de 2007

Ese es mío!!


Resulta que ahora no sólo tengo a mis primas y abuelas como encargadas de la búsqueda de un novio (rol autoadjudicado y que no cuenta, en absoluto, con mi aprobación) sino que, además, mi condición de mujer soltera de casi 30 adquirió relevancia en el ciber espacio.
No pregunten cómo, ni por qué pero hace aproximadamente dos semanas comencé a recibir mensajes de Match.com “el portal n°1 para conseguir pareja”. La verdad, la cuestión me preocupó un poquito y estoy comenzando a pensar que al estar tanto tiempo sentada frente a la compu debo estar transmitiendo alguna vibración medio extraña que genera este tipo de iniciativas en la máquina. (Otra teoría es que las brujas de mis primitas suscribieron mi correo electrónico...de las nonas no lo creo)
La cuestión es que en estos días he recibido catálogos con “ofertas” de posibles candidatos de diversas características. Tengo uno, por ejemplo, que utiliza el nick “caballos y perros” que dice que no le agrada el ser humano normal (sic) y otro que se define como tal... y su nick es “normalito”.
A pesar de que me rompe las pelotas recibir spams prefiero esto a los avisos para agrandar un pene que no tengo, además me recuerda a cuando veía revistas de moda con mi hermana y jugábamos a “este es mío”. En esa época ella siempre me ganaba y se quedaba con la ropa más linda pero ahora tengo toooooddoooo el catálogo para mí!!

sábado, 30 de junio de 2007

Serrat y Sabina - Dos Pájaros De Un Tiro

Levantaron vuelo! Fue ayer en Zaragoza y acá va un fragmento
(lástima la presentadora pero bueh!)

viernes, 29 de junio de 2007





jueves, 28 de junio de 2007

La vida a través de ella

La primera vez que lo vi tenía diecinueve años. Hasta ese momento no me importaba llevar un salpicado de granos en mi rostro pero cuando lo conocí no soporté seguir observando en el espejo las marcas del perseverante acné adolescente. Entonces, haciendo caso a los consejos de mi madre, comencé a untarme una crema especial que, según ella, alejaría al enemigo.
Yo era una chica normal: estudiaba, realizaba las tareas de la casa que mamá nos asignaba a mis hermanas y a mí y tocaba el piano. No sé si el gusto por el instrumento era verdaderamente mío o estaba obligada a que fuera así (eso lo pienso ahora porque usted me dijo que a veces es bueno repensar la historia personal).
Los días de la cruzada antiacné signaron el comienzo del plan; no pasaba un día sin que ideara tácticas y estrategias para acercarme y conquistarle. La primera medida fue estar presente siempre que él apareciera, no importaba lo que estuviese haciendo: leyendo, lavando el baño o la cocina, todo era dejado de lado para correr a mi cuarto y cambiarme...no podía dejar que me viera con la vestimenta de “entrecasa”. Elegía vestidos o faldas cortas (aunque, en honor a la verdad, debo decirle que subía los ruedos con alfileres ya que mi madre no permitía que las usáramos más arriba de la rodilla) y completaba el atuendo con los zapatos de taco alto que mi hermana mayor se compró con su primer sueldo. También me maquillaba, pero luego él me dijo que al natural le gustaba más...no me lo expresó directamente pero yo entendí el mensaje así que comencé a resaltar únicamente los labios.
No me importa que usted esté en desacuerdo conmigo; yo sí pienso que él estaba interesado en mí, si no ¿cómo se explica que viniera cada más seguido?. Fíjese que los primeros tiempos sólo lo veía en la mañana, luego cambió el horario de su visitas al mediodía y últimamente también en la noche
.

La vida a través de ella II


La percepción de que le gustaba fue alimentando el plan, no sólo debía estar vestida llamativamente sino que mi cuerpo tenía que estar de acuerdo a sus expectativas ya que en algún momento él me vería sin ropa. Porque, debo confesarle, que aunque yo apruebe la consigna “lo esencial es invisible a los ojos” también considero que para iniciar una relación duradera nada mejor que atrapar al hombre con un buen par de tetas y una cola bien parada (le ruego me disculpe la expresión pero es lo que creo y usted siempre me repite que manifieste claramente todos mis pensamientos). En cuanto a los senos, la preocupación no radicaba en el tamaño ya que a mis catorce ya usaba copa noventa, en cambio, lo que si me quitaba el sueño era que esos casi cien centímetros no cayeran al vacío ante el paso del tiempo. Por otro lado, era imprescindible que moldeara la cintura, las caderas y la cola. En fin! supongo que usted entenderá a dónde apuntaba mi plan en su faceta estética: todo tenía que estar en su lugar y en la justa medida de voluptuosidad y firmeza. Para lograr este objetivo intermedio me anoté en un club cercano a casa; mamá y mis hermanas creían que iba a nadar para combatir mis crisis asmáticas pero yo, que había leído en una Cosmopolitan que el mejor ejercicio para endurecer y quemar grasas era la gimnasia aeróbica, luchaba una hora todos los días de la semana contra mi pésima motricidad. Mis esfuerzos tuvieron una recompensa inmediata: su mirada y la forma en que movía las manos cuando me veía ir hacia él bastaron para darme cuenta que ese hombre no soportaría estar lejos de mí mucho tiempo más.
Comprendo que usted cuestione la firmeza de mis convicciones y que me objete que él nunca manifestó directamente su interés en mí...lo entiendo porque usted es hombre y los hombres, discúlpeme si lo ofendo, no comprenden de sutilezas. Además, como ya le expliqué en otras oportunidades, él era sumamente caballero y hasta tímido diría yo, por tanto, es comprensible que en ese momento de nuestra relación no se animara a confesar sus sentimientos.
Aprovechando la cercanía de mi cumpleaños número veinte no encontré mejor oportunidad para acercarme que invitarlo a mi fiesta. Yo misma le llevé la tarjeta a su lugar de trabajo; aún recuerdo la expresión de su rostro cuando se la entregué y le dije que iba a ser mi invitado de honor. En principio la sorpresa que le generó mi presencia me despistó. Si no supiera la clase de hombre que era hubiese creído que no entendía qué estaba haciendo allí, pero luego una sonrisa despejó mis dudas y comprendí que no esperaba que fuera yo quien avanzara para que el vínculo dejara de ser sólo un cruce de miradas y saludos formales.

La vida a través de ella III

Nunca llegó a la fiesta. A cambio recibí un ramo de flores con una tarjeta que decía: “Señorita: gracias por la invitación, lamento no poder concurrir. Espero que tenga un feliz cumpleaños”.
Usted pensará que su ausencia me frustró (¡ojalá sea así! ya que eso me indicaría que todo este tiempo no fue en vano y que nuestra relación -la suya conmigo y no la de él conmigo- ha llegado a una preciosa instancia en que las palabras ya no son necesarias). Pero volviendo al tema: es verdad, su falta me generó una corriente de cuestionamientos sobre nuestra unión y el interés de ese hombre en mí.
Días después, cansada de la angustia que me producía la incertidumbre decidí enfrentarlo; enfundada en el jean elastizado que mi madre, muy a su pesar, me regaló para el cumpleaños y luego de pasar dos horas frente al placard buscando con qué combinarlo, esperé su llegada. Pensando en que ya era hora de dejar de lado ese rito de seducción por donde se nos escapaba el deseo, me planté frente a él y confesé mi amor.
Estaba preparada para todo...o casi todo: ¡hasta había pensado cómo reaccionar en caso de que me dijera que me quería “como amiga”! Pero nunca para la indiferencia, nunca para que siguiera hablando como lo hizo sin siquiera mirarme. Como le dije varias veces, seguramente por el estado nervioso en que el quedé inmersa o simplemente por eso que dice usted que las personas seleccionamos nuestros recuerdos, no tengo claro qué fue exactamente lo que pasó.
Mi memoria se limita a desprender imágenes desperdigadas en la mente y entonces me veo tirándolo al piso, arrastrándolo por el living de mi casa y escucho sus palabras que lejos del miedo o el nerviosismo solicitan, tranquilamente, una pausa...nada más que una pausa. En algún momento llegamos a la azotea. Él ya no hablaba y creo que eso fue lo que más me alteró; si lo hubiese pensado seguramente no lo hubiera hecho, pero en ese momento todo me daba vueltas y mi cabeza se divertía con una asociación de ideas constante y reiterativa: fiesta sin él, acné, tacos altos, “lamento no poder concurrir”, tengo que limpiar el baño, clase de gimnasia, tarjeta, ausencia, crema para la noche, indiferencia, pausa, indiferencia, pausa, indiferencia, pausa, indiferencia....
Cuando me di cuenta él ya estaba en tirado en la vereda. Una vecina me gritó desde enfrente: Laurita ¿qué haces? ¡estás loca! ¿por qué tiraste el televisor?.

De idas y vueltas

El domingo me reencontré con una amiga que hacía 10 años que no veía. Una década sin saber practicamente nada una de la otra. Claro que no pudimos ponernos al día en tan sólo ocho horas pero para empezar a recuperar una relación no estuvo mal.
El año pasado, luego de otros tantos años de distancia, me encontré con otra amiga (éramos algo así como el trío maravilla en nuestra niñez). Todavía hoy tratamos de aclararnos los agujeros negros que el tiempo y la distancia produjeron y es buenísimo reconocer en esas mujeres adultas a las niñas que compartíamos merienda y barbies.
Creo que es una señal de vejez,,,jaja, eso de andar buceando en los recuerdos y recuperando afectos que se creen perdidos. Lo bueno es saber y confirmar que los vínculos que nos ayudaron a ser lo que somos no quedaron atrás, es sólo cuestión de renovarlos

Cuando los hilos se entreveran


miércoles, 27 de junio de 2007